
El sistema de alimentación dispone de unos pedales que transforman la energía mecánica en energía eléctrica. En caso de fallo de la red general eléctrica o bien si el usuario desea hacer deporte se puede cargar completamente la batería utilizando durante un breve periodo de tiempo el sistema a modo de bicicleta estática. A medida que se va cargando el sistema, la resistencia que éste ejerce sobre los pedales es menor, por lo que cuanto más cargado esté el dispositivo menos costará de mantener su carga.
Los pedales están ocultos en el propio chasis del aparato, de tal forma que no molesten o estén sujetos a posibles golpes o impactos cuando no se usan. Para utilizarlos, sólo basta con un ligero movimiento de giro que los sitúa en la posición correcta. Los pedales están diseñados de tal forma que incorporan una rugosidad para evitar el deslizamiento de los pies al usar el sistema de carga mecánica.

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